Los gobiernos elegidos por el voto popular multiplicaron por 6 la deuda del país desde que retornó la democracia.
La República Argentina ha tenido en su historia múltiples problemas económicos y con ellos un empobrecimiento de la clase media y baja.
El proceso de endeudamiento externo ha crecido en forma sistemática y abultada. Para entender el problema actual hay que recorrer, tan solo, las últimas cuatro décadas.
Alfonsín, el Presidente electo en 1983, con la vuelta de la democracia y al frente del Partido Radical asumió el gobierno con una deuda externa de 45 mil millones de dólares y un Banco Central con reservas de cero divisa física, si, cero. La población, para esa época oscilaba en 30 millones, por lo cual cada argentino debía en promedio 1500 dólares.
La presidencia del doctor Raúl Alfonsín terminó prematuramente con un caos hiperinflacionario y saqueos en todo el país, que gran parte fueron producidos por sectores políticos opositores.
Las elecciones del año 1989 fueron ganadas, por Carlos Saúl Menem que tras vencer a Juan Antonio Cafiero en la interna del Partido Justicialista enfrento a Eduardo Angeloz, ex Gobernador de Córdoba, quien era el representante del Radicalismo.
El riojano, Menem recibió de su antecesor un país en llamas y una deuda externa de algo más de 65 mil millones de dólares, es decir un aumento de casi el 45 por ciento.
En algo más de 10 años de gobierno del sportman y presidente oriundo de La Rioja culminó su mandato con una deuda externa que supo casi triplicar y ascendió a 121 mil millones, la población argentina para ese entonces era de 32 millones. Por lo tanto el pasivo promedio por habitante llegó a 3800 U$S.
La historia continua con el hombre del helicóptero, Fernando De la Rúa quien en una alianza conformada por la U.C.R. y el Frente Grande, de Carlos “Chacho” Álvarez y el cordobés Bordón llegaron a la Casa Rosada, tras vencer al ex Vicepresidente y Gobernador de la Provincia de Buenos Aires, Eduardo Duhalde.
El mandato de la coalición electoral llamada Alianza dejó el gobierno anticipadamente con la renuncia del Presidente De la Rúa, que luego de la presión popular y política que dejó 30 muertos y más de 400 heridos y elevó en algo más de 1000 millones la deuda Argentina.
Asumió, en forma previsional el Senador y presidente de la cámara alta, Ramón Puerta, quien llamó a la Asamblea Parlamentaria quien designó al entonces Gobernador de San Luis, Adolfo Rodríguez Saa. Ya como presidente anuncio la suspensión del pago de la deuda externa y declaró en default al país. Su mandato duró uno pocos días, tan solo una semana, los gobernadores de las principales provincias no lo acompañaron.
Eduardo Duhalde, tras varios acuerdos gestionados por su tocayo Camaño, llegó a comandar los destinos de la nación el 2 de enero del 2002. Su paso por el poder sería hasta el fin del mandato que le correspondía a De la Rúa.
¿Cómo les fue a los argentinos con la deuda? El acierto es una gran virtud, si, acumuló déficit y lo incrementó, en “apenas” 35 mil millones de la moneda verde. Esta suba nos da la modesta suma 4700 billetes estadounidenses per cápita.
Pero el mundo evoluciona y el tiempo pasa y llegamos a la época más actual y de debate continuo. “LA GRIETA”.
Néstor Kirchner toma el poder luego de perder en primera vuelta con Carlos Menem y que éste, ante una derrota anunciada en segunda vuelta, desista de presentarse a la elección definitiva.
El Presidente K encomienda a su grupo de economistas una reestructuración de la deuda externa y en un gran contexto internacional, con los commodities con los máximos valores históricos, y buena relación política logró el objetivo enunciado y luego comenzó a pagar parte de la deuda.
Si bien en el primer año de su gobierno sumó unos 12 mil millones de pasivo, en los años posteriores bajó considerablemente la misma y consiguió en el 2005 que la suma adeudada disminuya a 126 mil millones. Es decir que al cabo de dos años pagó más de 60 mil millones de dólares.
Pero, siempre hay un pero, no fue así el resto de los años de gobierno Kirchenerista. Del 2006 al 2013, ya con Cristina Fernández al mando de los destinos nacionales acumuló una deuda de 124 mil millones del billete estadounidense, por lo que hace una pasivo total de 250 mil millones. Para cada ciudadano representa unos 5900 dólares.
Tras el fin del mandato de la Senadora Fernández y el actual, con la presidencia de Mauricio Macri, ¿que se supone que pasó? Obviamente, una vez más, y como es de público conocimiento el ejecutivo acordó con el Fondo Monetario Internacional un préstamo por la modesta suma de U$S 57.000, con lo cual la deuda ascendió a unos 280 mil millones, si dividimos esa cifra por la cantidad de habitantes estimada para el 2019 que rondaría en 45 millones de personas nos da por cada uno, modestos 6200 dólares.
Los datos expuestos nos dicen que la realidad es que ninguno de los gobiernos que transitaron los últimos 40 años de democracia demostraron eficacia en las cuentas públicas.
Gabriel Gianoli
@gabogianoli