El 27 de octubre ya quedo lejos, pero en la historia quedará como un día donde el pueblo argentino se movilizó a ejercer su derecho en la elección presidencial.
Una vez más ganó la democracia esa que volvió con en 1983 y en las urnas dio ganador a Raúl Alfonsín, un hombre honesto que no pudo y no supo llevar la economía del país. Hay que afirmar que planto las bases para que cada seis años y luego con la reforma constitucional cada cuatro, podamos dictaminar por el sufragio quien será el que comandará los destinos institucionales y económicos de la nación.
Luego vendría la presidencia de Carlos Saúl Menem, si el mismo que hoy es Senador y que estuvo preso por corrupción. Privatizó todos los servicios públicos, destruyó los ferrocarriles y junto al Ministro de Economía Domingo Cavallo, afirmaron que un Dólar era igual a un peso. Fue la primera alternancia en el gobierno, se paso del Radical Alfonsín al Peronista de Menem. Ambos fracasaron.
Una década después la “Alianza” de radicales y peronistas que encabezaron la fórmula presidencial, De la Rúa- Álvarez no pudieron doblegar la reciente historia y también llevaron al país a una crisis severísima, con saqueos incluidos y la salida en helicóptero del Presidente.
Ramón Puerta como presidente del Senado y sucesor en la línea ejecutiva se hizo cargo provisionalmente, Adolfo Rodríguez Saa (se lo recuerda por declarar que no se iba a pagar la deuda) duro en el poder, tan solo una semana , y fue el turno del Presidente de la Cámara de Diputados, Antonio Camaño, quien llamó a la Asamblea legislativa para que dentro de las 48 horas se elija a un funcionario público que quede a cargo del Poder Ejecutivo.
Entre muchas negociaciones el designado fue Eduardo Duhalde ex Gobernador de la Provincia de Buenos Aires y vice de Menem. Otra vez se producía una alternancia bipartidista. ¿Que dejó esa experiencia de la Alianza y luego los varios presidentes que pasaron por la nación? Se crearon las cuasi monedas, Patacones y Lecop entre otros.
En el 2003 quien con el voto popular gana las elecciones es nuevamente Carlos Saúl Menem, si si el que se mencionó anteriormente, pero con la reforma constitucional que el mismo Carlos había firmado, tenía que ir a balotaje (segunda vuelta) con el segundo más votado, Néstor Kirchner, y el ya expresidente decidió no presentarse. Lo que hubiese sido el primer enfrentamiento entre peronistas, no se dio.
Ya más reciente en la historia los dos periodos de Cristina Fernández, el segundo con inflación e impuesto a las ganancias de los empleados en relación de dependencia, cosa injusta si las hay. Y el no apoyo al candidato de su espacio, culminó en el triunfo presidencial de Mauricio Macri, por sobre el candidato K, Daniel Scioli en segunda vuelta.
Mauricio nos deja un país muy similar al que dejó Cristina, nulas reservas y “CEPO” cambiario, con los agravantes que devaluó la moneda en varias oportunidades, la inflación del 2019 será la más alta de los últimos 25 años, una pobreza también más elevada. Y eso lo realizó con el mejor equipo de las últimas cinco décadas y en tan solo cuatro años.
Hoy, a horas de que el pueblo argentino haya podido ejercer el voto en las urnas y designar a la formula Alberto Fernández-Cristina Fernández de Kirchener, si si la misma que se mencionó anteriormente, nos brinda la alegría de vivir en democracia y que como dice el dicho popular: “no hay mal que dure cien años” (llevamos 36) “ni cuerpo que lo resista”.
Esta reseña histórica representa y demuestra que la clase política nacional que no distingue partidos ni ideas, que se pelean o se enamoran según la conveniencia y después ruegan por un voto y al llegar al poder se olvidan que detrás de ellos existen 44 millones de argentinos que sueñan con vivir en un país mejor.
Lo único que esta dirigencia no puede quitarle al pueblo es la ilusión y la alegría de votar.
Gabriel Gianoli
@gabogianoli