El primer diccionario hispanoamericano de términos médicos pone fin a las barreras lingüísticas en la consulta

La Real Academia Nacional de Medicina de España, en colaboración con las instituciones de otros 12 países, ha publicado este glosario con más de 70.000 palabras

Los problemas de comprensión lingüística entre los pacientes y el doctor tienen los días contados. La Real Academia Nacional de Medicina de España (RANME) ha presentado este lunes el primer diccionario panhispánico de términos médicos, una herramienta digital y de acceso libre para poner fin a la falta de entendimiento en las consultas. La iniciativa ha contado con la participación de las academias de 13 países, que han sumado esfuerzos para “conseguir el consenso” de los profesionales sanitarios y poner en marcha un “proceso de inclusión y conocimiento”. El glosario recoge un total de 70.000 términos médicos de habla hispana.

Llevábamos ocho años trabajando en este proyecto. El último archivo no recogía la riqueza que tiene el idioma en todos los países de habla hispana, por eso hacía falta un acuerdo como este. Estamos profundamente orgullosos del resultado, que se ha conseguido en tiempo récord y recoge todas las variantes lingüísticas”, reconoce Eduardo Díaz-Rubio, presidente de la RANME. Los promotores del diccionario han destacado fundamentalmente la implicación de los profesionales sanitarios, que han compartido su “tiempo” y sus “conocimientos” de manera desinteresada.

Los usuarios pueden acceder al diccionario a través de la página web www.dptm.es de forma gratuita para solucionar sus dudas. El portal funciona a través de un buscador, disponible tanto en español como en inglés, que aporta definiciones y recomendaciones sobre el uso de los términos. El glosario está en constante actualización y surge como una apuesta por la multiculturalidad. “Este trabajo tiene el cometido de derribar las barreras que todavía existen en el uso del idioma y mejorar la comunicación entre los médicos y los pacientes”, detalla el Dr. Germán Gamarra, presidente de la Asociación Latinoamericana de Academias Nacionales de Medicina (ALANAM).

El proceso de creación arrancó hace una década, cuando la Real Academia Nacional de Medicina de España (RANME) empezó a dibujar el proyecto. “Los académicos nos comprometimos a poner de nuestra parte para conseguir un diccionario de términos médicos global, que ha ido incorporando cada vez más expresiones, sinónimos y matices. Ha sido un trabajo intenso y continuado”, añade Antonio Campos Muñoz, codirector de la iniciativa. El diccionario ha contado con la participación de Argentina, Bolivia, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, España, México, Paraguay, Perú, República Dominicana, Uruguay y Venezuela.

Un diccionario con dimensión cultural

En estos momentos, casi 500 millones de personas utilizan el español como lengua materna, según datos del Instituto Cervantes. El diccionario panhispánico de términos médicos adquiere, de este modo, una importante dimensión cultural. “La herramienta no solo se dirige a los profesionales de la medicina, sino que también pretende llegar a los pacientes, los traductores y los estudiantes”, explica José Miguel García Sagredo, codirector del proyecto. El también profesor recuerda que países como Estados Unidos, donde más de 40 millones de personas hablan castellano, tienen una asignatura específica para “estudiar única y exclusivamente la terminología médica en español”.

El diccionario fusiona la expresión en nuestro idioma del dolor y la esperanza, porque algunos términos hacen referencia a la enfermedad y otros al tratamiento. Todas las acepciones han sido validadas académicamente y pueden ser modificadas con el avance de la ciencia”, apunta Antonio Campos Muñoz, codirector del proyecto. La coordinadora general de la Unidad de Terminología Médica, Cristina González, reconoce que “la parte más bonita” de todo el proceso ha sido “trabajar con los médicos” y descubrir su vocación. “Un doctor mexicano que trabaja en un hospital de Bolivia puede tener problemas para comprender a los pacientes, por eso hacía falta una herramienta como esta”, continúa la lexicógrafa.

“Las academias tienen una conciencia muy importante de defender el uso correcto del español, por encima del inglés, así que lo han aceptado con mucha voluntad. Hemos llegado a acuerdos en todos los términos, lo más difícil ha sido trabajar a medida que avanzaba la pandemia y surgían nuevas definiciones”, sostiene Cristina González. La presentación oficial y la firma del texto, que contarán con la presencia de Diana Morant, ministra de Ciencia e Innovación, están agendadas para este lunes por la tarde. Los promotores de la herramienta se muestran satisfechos con el trabajo realizado y esperan ampliar la base de datos en los próximos años: “Nos gustaría tener un diccionario multiplicado por cinco”.